Management estrategico: informacion y conocimiento en las organizaciones
El conocimiento tiene una característica especial: cuando se comparte, se multiplica. De ahí que encontrar una mejor forma de gestionarlo sea clave para cualquier organización. Con el tiempo, las empresas y sus recursos humanos, acumulan conocimiento e información que no siempre son bien aprovechados.
Con el tiempo, toda organización, y quienes en ella trabajan, acumulan valiosa información y conocimientos que no siempre son bien aprovechados. Ya sea por falta de plataformas informáticas apropiadas, cuestiones culturales, o incentivos mal diseñados, el caso es que esa inmensa fuente potencial de valor suele quedar inexplorada e inexplotada.
En una oportunidad, y refiriéndose a esta cuestión, Lewis Platt, ex presidente de Hewlett Packard, dijo textualmente: "Desearía saber qué es lo que sabemos en HP". En igual sentido, Jerry Junkins, ex presidente y CEO de Texas Instruments, también se lamentó diciendo: "Si TI supiera lo que TI sabe", haciendo referencia al tesoro escondido que, ambos sabían, yacía en alguna parte de sus respectivas organizaciones.
La pregunta, entonces, es ¿cómo podemos hacer para saber qué es lo que sabemos?
Evidentemente, el problema no está en la generación individual de conocimientos, ya que este es un proceso que sucede en forma natural a medida que cada empleado va enfrentando y superando desafíos. A diario se presentan situaciones para resolver, y cada éxito, o cada fracaso, sirven como experiencia para la próxima vez.
Si bien es cierto que nadie inventa la rueda dos veces, no podemos ignorar el hecho de que si las experiencias y conocimientos de cada uno no son compartidos, es posible que al mismo tiempo haya varios individuos tratando de inventarla, malgastando tiempo y recursos.
Vemos entonces que no sólo dejar de compartir el conocimiento impide su multiplicación, sino que esa misma falta de comunicación puede destruir valor al permitir la repetición de errores y experimentos.
¿Estamos ante un problema de dificultad para codificar el conocimiento? No necesariamente. Esta es una práctica habitual en cientos de empresas. Las consultoras, por ejemplo, vuelcan en bases de datos decenas de miles de horas de experiencia adquirida en proyectos ya ejecutados, con la intención de que luego esto pueda servir de base a quienes en el futuro deban enfrentar desafíos similares.
¿Estamos ante un problema de dificultad para codificar el conocimiento? No necesariamente. Esta es una práctica habitual en cientos de empresas. Las consultoras, por ejemplo, vuelcan en bases de datos decenas de miles de horas de experiencia adquirida en proyectos ya ejecutados, con la intención de que luego esto pueda servir de base a quienes en el futuro deban enfrentar desafíos similares.
Y sin embargo, a pesar de lo simple del mecanismo, se ha encontrado que en la mayoría de los casos esa enorme cantidad de información almacenada es utilizada por unos pocos.